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La escritura japonesa tiene su origen en la escritura china y llegó a Japón a través de Corea en el siglo cuarto d. C. El idioma japonés no tiene un alfabeto fonético, como en español, sino que cuenta con tres sistemas de escritura y uno de transcripción fonética.
Los primeros dos sistemas de escritura japonesa son silabarios, a los que se llama kana. Uno de los silabarios es el katakana y el otro es el hiragana. Se les llama silabarios porque cada símbolo equivale normalmente a una sílaba de dos letras, por ejemplo, el carácter き se lee “ki”. La única excepción son la consonante “n”, y las vocales, que pueden ir sueltas.
Además, cada carácter katakana tiene un equivalente hiragana. Por ejemplo, el hiragana す equivale al katakana ス (rōmaji: su).
El tercer elemento de la escritura japonesa son los kanji, sistema que consiste en caracteres heredados de la antigua escritura china. Por lo tanto, los kanji son ideogramas.
Finalmente, tenemos la ayuda de un sistema de transcripción fonética llamado rōmaji. Se emplea para escribir nombres de personas y comerciales, siglas oficiales internacionales y otras transcripciones fonéticas.
EN RESUMEN :
PASO 1: el hiragana (ひらがな)
Se usa para escribir palabras propiamente japonesas y es lo primero que hay que aprender al empezar a estudiar el idioma. En muchas ocasiones, el hiragana se combina con los kanji como parte de la gramática japonesa.
PASO 2: el katakana (カタカナ)
El uso básico de este silabario es la transcripción al japonés de palabras extranjeras. Alrededor del 10% de las palabras japonesas son extranjerismos. La mayoría provienen del inglés, aunque también hay palabras que son de origen español.
Estas se introdujeron a la lengua japonesa hace muchos siglos, en la época en la que misioneros españoles y portugueses llegaron a Japón, trayendo consigo palabras que se quedaron. Por ejemplo, "capa" (kappa; カッパ) y "pan" (パン).
Los nombres de personas y topónimos que no son japoneses, chinos ni coreanos también se escriben en katakana.
Tanto el hiragana como el katakana tienen 46 sonidos básicos. Si a eso sumamos los sonidos derivados y los diptongos, en total son unos 104 sonidos.
El rōmaji (la transcripción al alfabeto romano) lo usamos solo temporalmente, hasta aprendernos bien los silabarios.
PASO 3: los kanji (漢字)
Los kanji son ideogramas, es decir, expresan una idea o significado específico. Un carácter puede leerse de dos o más formas. Las diferentes maneras de pronunciar un mismo kanji se llaman on’yomi y kun’yomi.
Ejemplo de diferentes lecturas de un mismo kanji:
車 | kuruma | kun’yomi: kuruma | coche |
電車 | densha | on’yomi: sha | tren |
La memorización de los kanji requiere mucha constancia y esfuerzo. Es más sencillo reconocer los caracteres que escribirlos manualmente debido a la dificultad de memorizar los trazos y sus componentes.
Sin embargo, gracias a la tecnología, hoy día es más sencillo escribir con la ayuda de un teclado. Esto ha facilitado mucho el aprendizaje de la escritura japonesa a estudiantes de japonés.
La escritura katakana fue desarrollada por monjes budistas, el hiragana fue inventado por mujeres de la alta sociedad. Por ello, incluso hoy en día, el hiragana está considerado como un sistema de escritura con cierto toque femenino o incluso infantil.
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