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Entre muchas de las cosas que identifican a la cultura china es el consumo del té, como sucede en gran parte de Asia. ¿Por qué consideran tan importante la “ceremonia del té? ¿En qué consiste? En este artículo te lo contaremos.
En China, la variedad de tés es tan inmensa como el país mismo. El descubrimiento de los beneficios medicinales de beber té de diferentes hierbas se atribuye al legendario emperador Shen Nong (神農), quien gobernó China entre los años 2737 y 2698 a.C.
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Como dijimos, la variedad de plantas de las que se hace té es enorme. Cada una aporta sabores, aromas, colores y texturas únicas que hacen de cada infusión una experiencia única.
Con el paso de los siglos y el estudio, la observación y la paciencia de quienes se dedicaron a estudiar la materia, el pueblo chino ha internalizado el consumo de té como algo más que una bebida caliente.
El color de la hoja, la época del año y el proceso de la recolección, la edad que tenga, la temperatura del agua que se le echa, los taninos que pueda tener, el sabor amargo, la textura cremosa, entre otras cosas, se tienen en cuenta a la hora de preparase una tacita de té.
La mayoría de los occidentales no nos detenemos a pensar en nada de eso, o ponemos un saquito en una taza o echamos unas hojas en una tetera y que luego colamos antes de servir. Y hay quienes añaden leche, miel o azúcar para hacerlo más agradable al paladar.
Harían falta muchos artículos para cubrir todos los detalles y variedades en los que se prepara el té según el estilo chino. Así que aquí solo te contaremos los detalles más básicos.
El Gongfu cha, es el método tradicional chino para preparar el té. Literalmente significa algo así como “hacer el té con arte, o esfuerzo”. De hecho, las artes marciales Kung Fu también son en referencia al esfuerzo y la técnica para lograr algo.
Consiste en tres pasos básicos para los que se usan recipientes pequeños para conseguir un sabor equilibrado. El que sean recipientes pequeños permite controlar mejor el sabor que se obtendrá. Sirve para todo tipos te té, pero principalmente té verde, té blanco y té oolong.
La infusión se prepara colocando agua hirviendo en un gaiwan oen una tetera pequeña (de esas que casi parecen de juguete) con las hojas del té. Ahí se deja unos 30 segundos o un minuto, según la intensidad que desees. Con la propia tapa de la tetera se remueven un poco las hojas.
El té se decanta en otro recipiente, que suele ser de cristal para que no se vuelva amargo por dejar las hojas demasiado tiempo en el agua.
Se sirve en las tazas, que son pequeñas y sin asa. Pero la variedad de tipos, tamaños y materiales con las que se hacen también es enorme.
Si uno quiere tomar más cantidad, repite el proceso. Lo que así se consigue es que el té no se enfríe ni se altere el sabor del té. Obviamente, las hojas irán perdiendo el sabor. Sería algo así como variar entre un café expreso y un café americano.
Si estás pensando en viajar a China, la ceremonia del té es una experiencia que no te puedes perder. Toda la gastronomía china es exquisita, así que aprovecha ahora para aprender a ordenar comida china en un restaurante. Este es el momento de aprender chino, ¡desde la comodidad de tu casa!
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