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Cultura china
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Cultura China: descubriendo un legado ancestral

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Dinastías: el desarrollo de la cultura china

Las dinastías, base de la cultura china

La cultura china es una de las civilizaciones más antiguas de las que se tiene conocimiento. Y de las mejor documentadas del mundo, pues cuenta con textos de más de 3500 años de antigüedad. No es de extrañar que haya tantas personas fascinadas en la actualidad por esta nación milenaria y sus costumbres. Especialmente, porque muchas han pervivido hasta nuestros días.

Pero el gigante asiático no es un ancla fija al pasado. Al contrario: China ha sabido adaptarse a los nuevos tiempos y hermanar sus raíces culturales con la modernidad y el desarrollo. Entre otras cosas, jugando a su favor el hecho de tratarse de una de las potencias con mayor crecimiento poblacional del mundo. Gracias a ello, la cultura china que todo lo permea en este país se ha combinado con una fuerte apuesta por el impulso económico. Y de este florecimiento, la tecnología china es la punta de lanza.

Desde los avances en supercomputación hasta el innegable crecimiento del 5G, China se ha convertido en un actor imprescindible a la hora de hablar de nuevas tecnologías. Y que lo haya hecho sin perder su esencia cultural ni dejarse engullir por las sinergias globalizadoras es encomiable. ¿Pero qué es lo que hace tan especial a esta cultura con milenios a sus espaldas?

Para dar respuesta a esta pregunta, lo primero que debemos saber es que la Historia de China y todo su desarrollo viene marcada por los ciclos dinásticos. Y que cada una de las dinastías ha servido para construir, piedra a piedra, lo que hoy día conocemos como cultura china.

Dinastía Shang

La dinastía Shang (商朝), que también recibe el nombre de dinastía Yin, es lo que podríamos llamar la cuna ancestral de la cultura china. Surgió entorno al siglo II a.C. en las inmediaciones del río Amarillo (actual provincia de Henan) y sus orígenes se pierden en las leyendas.

Se la considera heredera directa de la dinastía Xia y de los tres augustos y cinco emperadores, figuras míticas que configuraron China. Aunque la historiografía actual aún debate acerca de la veracidad en la existencia de dicha dinastía. Por suerte, los registros arqueológicos no dejan dudas acerca del legado de Shang, piedra angular del desarrollo cultural y social de lo que hoy día conocemos como China.

Sabemos que durante este momento de la historia, la capital sufrió diversos traslados hasta afincarse en Yin. A partir de este momento, se vivió un florecimiento de la cultura china vinculado al desarrollo de la civilización. Se perfeccionaron las artes manuales y las ciencias al tiempo que la dinastía iba ampliando su influencia territorial entorno al curso del río Amarillo. De estas fechas datan los trazos iniciales que acabarían configurando los caracteres de la cultura china.

En este periodo es cuando encontramos los primeros vestigios de huesos oraculares. Es decir: restos de animales, habitualmente bóvidos y caparazones de tortuga, en los que se han hallado inscripciones. El contenido de estas piezas recoge tanto predicciones como completas genealogías de la dinastía Shang. Pero su importancia va más allá. Los huesos oraculares no solo confirmaron la existencia de esta dinastía ancestral, también constituyen un corpus firme de la escritura tradicional china. Son pues la base de este idioma.

Dinastía Han

Tras una revuelta contra el gobierno precedente, el emperador Gaozu se sentó en el trono y afianzó una de las dinastías más firmes de la China imperial. Este es un periodo de esplendor para la historia de la nación. El país logró un amplio despliegue territorial que le permitió expandir sus fronteras y consolidarse. La capital quedó asentada en Chang’an y se tiene constancia de una población de entorno a 50 millones de habitantes repartidos por el imperio.

En lo tocante a la cultura china, se vivió un despliegue sin precedentes de la literatura, las ciencias y las artes. Tal despliegue hizo necesario el desarrollo de diccionarios y tratados que permitiesen la accesibilidad a esa marea de nuevos conocimientos. Debido a esto, los caracteres hanzi, desarrollados a lo largo de las dinastías previas, ganaron protagonismo. Y de hecho, lograron expandirse hacia las clases populares, perdiendo su estatus de exclusividad entre las élites nobiliarias. Y con ello, empezaron a surgir notables variaciones. Fueron las precursoras de los idiomas de China y sus dialectos, vaya.

Pronto los emperadores Han se percataron de que para consolidar su despliegue cultural era necesario contar con un idioma regulado y firme para respaldarlo. Entre los méritos de la dinastía Han se encuentra el haber podido unificar la diversidad lingüística china. Además de la territorial, claro. De hecho, el propio término hanzi significa «caracteres Han», muestra de lo inseparable que resulta la consolidación de la lengua de este periodo, clave para la cultura china.

Dinastía Tang

Después de varios periodos que debilitaron y menguaron las fronteras del imperio, durante la dinastía Tang, China recuperó el esplendor pasado. La capital permaneció en Chang’an, que se convirtió en la ciudad más poblada del mundo. Algo esperable, dado quela población imperial ascendió hasta los 80 millones. Por ello, muchos la consideran una heredera indirecta del legado de Han.

Parte del éxito de la dinastía Tang nació de su política aperturista en lo comercial. Tras afianzar sus fronteras, China se valió de la poderosa ruta de la Seda para establecer un fructífero intercambio comercial con otros territorios. Una política de la que se beneficiarían siglos después otras dinastías y que permitió un desarrollo de la cultura china en muchos campos.

Las artes se sofisticaron y florecieron. De este periodo datan dos de los más grandes poetas chinos de todos los tiempos: Li Bai y Du Fu. Pero también la pintura ganó prestigio. De hecho, las obras de artistas de la talla de Zhang Xuan o Han Gan se desarrollaron durante la dinastía Tang. Incluso nuevas técnicas de la célebre porcelana o las primeras óperas chinas vieron la luz en este punto de la Historia.

En lo tocante a la escritura, la gran innovación de la dinastía Tang fue el desarrollo de la xilografía. Gracias a la aparición de la imprenta de bloques, los textos de la cultura china se tornaron más accesibles dentro y fuera de sus fronteras. Lo que sin duda contribuyó a expandir los saberes de esta cultura milenaria. Y a alimentar la fascinación que aún hoy día despierta alrededor del mundo.

Hanzi: la escritura en la cultura china

Cultura China caligrafia

Como hemos visto, Han y Shang fueron dos dinastías claves para el desarrollo del hanzi. Gracias a ellas, la escritura china, base del idioma y estructura imprescindible para el desarrollo de otros silabarios, pudo constituirse por sí misma. Porque, recordemos, los primeros trazos de la lengua china fueron símbolos con función burocrática, no la columna vertebral de la cultura china en que se han convertido con el devenir de los tiempos.

Para visualizar mejor cuál ha sido el desarrollo completo de esta lengua conviene tener presentes cuatro claves para entender la escritura china antigua. Y también discernir entre realidad histórica y orígenes legendarios. Aunque como bien saben los oyentes del pódcast de Hanyu Chinese School, a veces el conocimiento sabe mejor si se adereza con curiosidades e historias míticas.

La caligrafía, los trazos de la cultura china

Ya hemos tratado con anterioridad el desarrollo histórico de la lengua china a través de las dinastías. De modo que toca centrar nuestra atención en los trazos de la caligrafía, una de las marcas más visibles de la cultura china. Porque, aunque al ojo inexperto así pueda parecerle, no todos los caracteres y la forma de representarlos son iguales.

Para empezar, debemos tener claro que existen diversos estilos de caligrafía china y que su evolución entronca directamente con el desarrollo de la escritura a lo largo de las diferentes dinastías. En la actualidad, muchas de ellas tienen un uso artístico y saber dominar cada estilo es una demostración de la pericia del calígrafo. Para ser un maestro, hay que poder dominar los siguientes estilos:

  • Zhuan shu(篆书, zhuàn shū): El estilo sello
  • Ii shu(隶书, lì shū): El estilo clerical
  • Kai shu (楷书,kǎi shū): El estilo regular
  • Xing shu (行书, xíng shū): El estilo corriente
  • Cao shu (草书, cǎo shū): El estilo cursivo

No solo existe una gran variabilidad en la caligrafía, sino que esta es un reflejo del poso filosófico en la cultura china. Para esta nación, la escritura es la base del conocimiento lingüístico, pero también la piedra angular sobre la que se cimientan sus saberes y tradiciones. De hecho, el carácter wen (文) designa tanto la escritura como la cultura. Muestra inequívoca de que, para la mentalidad china, ambos conceptos son inseparables.

Los idiomas de la cultura china

Idiomas y dialectos son la riqueza de la cultura china

Antes hemos mencionado que la dinastía Han hizo un esfuerzo encomiable por unificar la lengua china. Y de hecho, logró crear un corpus de caracteres fijo. Pero con el paso de los siglos, ese grupo de pictogramas ha permitido la evolución de distintas variantes lingüísticas dentro de la lengua china. La existencia de dialectos no es una particularidad única de China. Sucede con muchos otros idiomas en el mundo, como con el español sin ir más lejos. Y de hecho, es una muestra de la buena salud que detenta la cultura china.

Dialectos del chino

Así pues, quienes deseen conocer más acerca de este legado inmaterial, deben concebir el chino como algo flexible. Y abrirse a explorar los cinco dialectos del chino que debe conocer cualquiera interesado en zambullirse en esta cultura milenaria. Pues a fin de cuentas, en ellos reside la riqueza y las particularidades de cada región.

Mandarín

El chino mandarín es el dialecto dominante. De hecho, cuando hablamos de chino como lengua oficial, nos estamos refiriendo al mandarín, entorno al cual gira todo el sistema educativo. Podría decirse que es la lengua común de todos los hablantes de chino a nivel mundial. Y por ello, también es la variante que se enseña en las escuela de idiomas a los extranjeros.

Cantonés

En Hong Kong predomina el cantonés, un dialecto caracterizado por su entonación melódica. Tiene un gran peso en la industria del entretenimiento debido a su belleza estética, pero también se lo considera «el idioma chino de los negocios». Esto se debe a que es la variante más hablada por las comunidades chinas residentes en Europa y el continente americano. Y es a través de ellas que China ha podido crear fuertes vínculos comerciales con otras naciones alrededor del mundo.

Shanghainés

Además de ser una muestra de identidad propia de la ciudad de Shanghai, este dialecto está considerado uno de los más ricos y bellos del chino. Cuenta con vocabulario propio y también una entonación que lo hace perfecto para el cine y la televisión. El shanghainés no solo habla del dinamismo de su cuna, sino que se ha convertido en el embajador de la cultura china en la industria del entretenimiento a nivel mundial.

Hakka

Menos conocido, el dialecto hakka es una muestra viva del legado cultural chino. Extendido por distintas regiones del país a través de los migrantes hakka, esta variedad del chino mantiene raíces históricas en su estructura. De hecho, de todos los dialectos, es el que presenta mayores diferencias con el mandarín al poseer léxico propio y variaciones en el sistema tonal.

Wu

Propia del este del país y de Shanghai, esta variante dialectal es una de las más habladas en China. Al igual que el dialecto hakka, su aparición se remonta a siglos atrás en la historia y su uso es hoy día seña de identidad de la cultura local. Además, es el responsable del desarrollo de la ópera Kunqu, razón por la cual ha sido reconocido por la UNESCO como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

Taiwanés: cultura china insular

Antes hemos mencionado cinco dialectos imprescindibles, pero cualquier amante de la cultura china habrá notado una ausencia en la lista. Una flagrante, además. No es posible hablar de variantes del chino sin mencionar el taiwanés. Aunque sus múltiples particularidades lo hacen un caso aparte del resto de sus hermanos lingüísticos.

Para empezar, existen varios mitos sobre el taiwanés que debemos desterrar para poder acercarnos a esta lengua sin prejuicios. El primero de ellos es dejar de concebirla como un dialecto más. El taiwanés es una lengua por sí misma, con normas gramaticales y usos lingüísticos propios. Sus modismos y ricas expresiones no figuran en ninguna otra variante.

Su función en la sociedad es mantener la esencia cultural de Taiwán enfrente de la predominancia del mandarín. Por ello, pensar que es innecesario aprender este idioma es un error. No importan las voces que pregonen su pronta extinción. Durante las últimas décadas, el taiwanés se ha demostrado como un idioma vivo, capaz de abrirse paso en la cultura, el ocio y la cotidianidad de la isla. En especial, gracias al apoyo que encuentra en las nuevas tecnologías y las redes sociales. Renunciar a él es perderse más de la mitad de la cultura china de este territorio insular.

Prácticas ancestrales de la cultura china

La cultura china abarca arte, medicina y calendario

Si algo hace reconocible hoy día a la cultura china por el mundo, son sus tradiciones. Costumbres milenarias que han pervivido hasta nuestros días y que forman parte del legado ancestral de sus ciudadanos. Estas prácticas abarcan, entre otros campos:

  • Medicina tradicional
  • Cómputo del tiempo
  • Artes manuales

Acupuntura: cultura china medicinal

Una de las actividades que el público general asocia en seguida con la cultura china es la práctica de la acupuntura. Esto es: la manipulación del cuerpo y sus puntos de presión mediante el uso de agujas que se insertan en el mismo.

Los efectos beneficiosos de esta actividad, cuyo origen se remonta al año 100 a.C., son numerosos. Gracias a su enfoque, centrado en dotar al cuerpo de equilibrio controlando el flujo energético vital (Qi) a través del sistema nervioso, son muchos los usuarios que notan visibles mejoras. De hecho, hoy día podemos hablar de que la acupuntura china ofrece cinco beneficios demostrados en la salud.

  • Alivia el dolor crónico
  • Reduce los cuadros de ansiedad y estrés
  • Ayuda a mejorar la calidad del descanso
  • Fortalece al sistema inmunológico
  • Brinda apoyo en la recuperación de lesiones deportivas

Ante tantas virtudes, no es de extrañar que los adeptos a la cultura china acaben por ponerse en manos de un profesional de la acupuntura para mejorar su salud. No en vano, como ya apuntábamos, se trata de una práctica con siglos de antigüedad y notables beneficios para el bienestar.

Ciclo del año y cultura china

No es posible hablar sobre cultura china sin mencionar su particular calendario. Si bien China se ha adaptado al calendario gregoriano europeo para acomodarse a un mundo globalizado, lo cierto es que su cómputo del tiempo ancestral sigue vigente hoy día.

Cuando hablamos del calendario tradicional chino, nos estamos refiriendo a un calendario lunar basado en los ciclos de este satélite entorno a la Tierra. Una medición muy distinta a la utilizada en Occidente, cuyo calendario se rige por los movimientos de la Tierra entorno al sol. Por este motivo, mientras que las fechas son bastante estáticas en los países occidentales, las grandes efemérides que marcan la cultura china no tienen un día fijo asignado en el calendario.

Esto resulta especialmente notable en el caso del Año Nuevo Chino, pues el día de celebración varía entre enero y febrero. Aunque, siendo precisos, estos festejos suelen alargarse por varios días. ¿Pero por qué la fecha varía? Bueno, tal oscilación se explica porque el punto que marca el cambio de año para la cultura china es la segunda luna nueva tras el solsticio de invierno. Por lo tanto, los días de diferencia responden a las alteraciones del ciclo lunar. Si habéis nacido durante estos meses iniciales, es posible que vuestro signo del Zodiaco Chino no coincida con el del resto de los nacidos en ese año debido a este pequeño desajuste de días.

Como curiosidad, en China la fiesta de Año Nuevo también es conocida como Fiesta de la Primavera (春节; Chūnjié). Y es que en la cultura china, el cambio de año marca también el inicio de esta estación de renacimiento y estallido de la vida. Nuevamente, el valor simbólico marca los tempos y las tradiciones de esta cultura milenaria.

Artes manuales

No se puede hablar de cultura china sin mencionar el extenso entramado de prácticas artísticas desarrolladas a lo largo de los siglos. Como hemos visto, la caligrafía es un arte en sí mismo. Pero entronca con la poesía y esta, a su vez, con la pintura. Los trazos de pincel configuran versos y sublimes poemas visuales mediante el uso de ricos pigmentos.

Aunque si una práctica destaca por encima del resto es el trabajo de la porcelana. Variando a lo largo de las dinastías, el arte de crear piezas de este material frágil y elegante hizo célebre a China en el mercado internacional. Y de hecho, en la actualidad las piezas de la dinastía Tang y Ming son objetos de gran valor que se exponen con premura en colecciones de todo el mundo.

La cultura china más allá de sus fronteras

La cultura china se extiende por el mundo

Ya hemos mencionado antes que China es uno de los países con mayor crecimiento poblacional. De hecho, es recurrente preguntarse cuántos chinos hay actualmente en el mundo. Y si bien dar respuesta esta pregunta invita a valorar con más atención el peso que la lengua china tiene a nivel global, lo cierto es que quedarse con estos datos ofrece una visión incompleta de la realidad. Y es que tanto el idioma como la cultura china se expanden más allá de las fronteras del país.

Hoy día, el chino y su cultura están presentes en muchos lugares del mundo. Sea por vínculos históricos, fruto de migraciones o gracias a nuevas alianzas comerciales, en la actualidad no queda un solo continente donde la cultura china y sus hablantes no hayan sabido hacerse un lugar. Sí, no es una hipérbole exagerada: se habla chino en los cinco continentes.

Asia

Dentro del continente asiático, la presencia del chino es notable. Juega a su favor no solo la proximidad geográfica, sino innumerables vínculos y relaciones forjados durante siglos. Además, este territorio fue la cuna del mandarín, lengua oficial en Taiwán, la propia China y también uno de los idiomas reconocidos en Singapur.

Otros países como Malasia o Filipinas también cuentan con presencia de comunidades que mantienen viva en ellos la cultura china. En algunos casos, dichos grupos se instalaron durante la colonización española para poder mercadear con Europa. ¿Os suenan los famosos mantones de Manila? Bueno, pues en realidad eran manufacturas chinas que se comercializaban gracias a las comunidades de comerciantes instalados en Filipinas.

De hecho, la presencia de la cultura china es tan notable que incluso en países donde la influencia es menor, como Japón o Corea del Sur, aún son deudores de este legado común. Sin ir más lejos, los silabarios nipones vigentes en la actualidad provienen de derivaciones del hanzi chino tradicional.

Europa

Los vínculos entre la cultura china y la europea debemos buscarlos muchos siglos atrás. Este acercamiento se fraguó durante la Edad Moderna, con la constitución de las grandes rutas comerciales y los viajes de exploradores como Marco Polo que buscaban acercarse a una cultura antigua y fascinante para ojos de los occidentales.

Aquellos primeros encuentros permitieron que en la actualidad la mayoría de grandes ciudades europeas cuenten con su barrio chino. Espacios que, en origen, fueron ocupados por las comunidades que se afincaron en Inglaterra, Alemania o España y que a día de hoy conservan una importante misión. En ellas sigue habiendo centros culturales que mantienen unida a la comunidad con la cultura china y sus raíces. Y sí, también escuelas de idiomas y tradición para que los hijos, ya nacidos en estos distantes lugares, no pierdan su vínculo cultural.

América

A imitación de Europa, en los países del continente americano se afincaron también comunidades chinas que construyeron barrios propios. De ellos, el más célebre es el barrio chino de Nueva York, donde la cultura pervive junto al idioma y propicia fusiones enriquecedoras.

Y si bien en un principio fue la búsqueda de oportunidades laborales lo que propició la llegada de tantas personas hacia América, en la actualidad el flujo se mantiene por razones bien distintas. Ya no es la oportunidad de crear una vida mejor lo que impulsa el movimiento poblacional, sino el peso económico que China detenta en el mercado global.

Su importancia en el tejido tecnológico es tal que muchas empresas abren sucursales en grandes ciudades como Buenos Aires o San Francisco. Y con ellas, llegan ingenieros y directivos chinos que se afincan en el territorio y educan allí a sus hijos. Por este motivo, la lengua china cada vez tiene más espacio en los programas universitarios. Y también por ello, cada vez es mayor el número de profesionales que se deciden a aprender chino para mejorar sus opciones laborales.

África

Un caso similar al americano lo encontramos en África. En las últimas décadas, las empresas chinas se han abierto paso en el mercado africano con millonarias inversiones en infraestructura y servicios.

La presencia de empresas chinas en el continente ha motivado que su idioma sea visto como una opción de futuro para los jóvenes. Por eso, es frecuente hallar clases de chino en países como Sudáfrica, Egipto y Nigeria. Pero también han aparecido numerosas comunidades que se han integrado en el tejido de las ciudades de Kenia, donde esta lengua se escucha en las calles y puede verse al rojo impregnarlas durante las festividades propias de la cultura china.

Oceanía

El territorio insular de este continente ha servido como puente de intercambio para la cultura china. Del mismo modo que sucedió en Europa, numerosas comunidades se instalaron en las grandes ciudades de Australia y Nueva Zelanda. Esto dio lugar a espacios donde el legado cultural de sus raíces pervive entre los residentes.

Además, gracias a las relaciones históricas, las comunidades chinas de Oceanía han establecido lazos con sus hermanos afincados en América y Europa. El resultado de este flujo son unas sinergias que han hecho posible el crecimiento económico del que actualmente China es partícipe.

Cultura china: una mirada hacia el futuro

El futuro de la cultura china está en su idioma

Como hemos podido comprobar, a lo largo y ancho del globo la cultura china ha sabido abrirse camino. El gigante asiático marca el rumbo no solo de su propio crecimiento, sino también del desarrollo tecnológico a nivel mundial. Y esto convierte a la cultura china en una de las más atractivas del mundo. En especial, en lo tocante a su idioma.

De ahí que se hayan volcado tantos esfuerzos en que la escritura china se adapte a los nuevos sistemas. Actualmente los ordenadores incluyen sin dificultad el conjunto de pictogramas que conforman el chino en sus múltiples formas. Y desde 1956, con la simplificación de caracteres, se fomentó no solo la alfabetización general de la población, sino también la entrada de este idioma en las sinergias de la globalización. Ciertamente, una ventaja también para los occidentales.

Pues como venimos señalando, la lengua china es inseparable de su legado cultural. Tarde o temprano, quienes se acerquen para conocer más acerca de esta fascinante civilización, se sentirán llamados a aprender la lengua china. Para garantizarse una mayor conexión con estas prácticas ancestrales, pero también por una razón pragmática y laboral: el chino es el futuro.

Es por todas estas razones que desde Hanyu Chinese School velamos para poner al alcance de nuestros alumnos no solo una newsletter donde proporcionamos tips y consejos para aprender chino. También ofrecemos una clase de chino completamente gratuita con profesores nativos para garantizar una toma de contacto inmersiva y cercana desde el primer momento con la lengua y la cultura china.

Bibliografía:

Beltrán Antolín, Joanquín. Sociedad y cultura china. China en el escenario internacional: una aproximación multidisciplinar (2013), 107-148.

García Quirós, Rosa Maria. El universo de la china imperial. La cultura de las dinastías Ming y Ching en Santillana. La Revista de Cantabria, 108 (2002), 46-55.

Mezcua López, Antonio José. Paisajismo en dos dimensiones: pintura y poesía del paisaje en la China tradicional. Editorial Comares (2010).

Palacios Bañuelos, Luis; Ramírez Ruíz, Raúl. China. Historia, pensamiento, arte y cultura. Almuzara (2011)

Tsai, Li-Chi; Chen, Walter. Pintura china. Parramón Ediciones (2005)

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